Recargar el coche eléctrico en 5 minutos, ¿innecesario?

Ariadna Arias - JUNIO 25, 2025 - Tipos de cargadores

coche eléctrico en 5 minutos

El 18 de marzo de 2025 ​BYD, la empresa china de automoción eléctrica, presentaba la Super e-Platform, una nueva plataforma para vehículos eléctricos que permite recargar hasta 400 km de autonomía en solo cinco minutos. La compañía aseguró que funciona, y que sus modelos Han L y Tang L serían los primeros en incorporarla.

Ahora, el CEO de Mercedes-Benz High-Power Charging, Andrew Cornelia, asegura que las cargas de coche eléctrico en 5 minutos son tan impresionantes como poco útiles. Según él, no tiene sentido que la carga sea inferior a 10 minutos. Cornelia matiza que, aunque la hazaña técnica de BYD es impresionante, cargar en cinco minutos no tiene tanta relevancia práctica como parece. Según explica, este tipo de avances están pensados más como una estrategia para tranquilizar al usuario que como una necesidad real. De hecho, considera que lo razonable es aspirar a cargas que duren entre 10 y 15 minutos, ya que intentar bajar de ese umbral puede acarrear más problemas que beneficios.

¿Es posible cargar un coche eléctrico en 5 minutos?

Antes no, pero la compañía BYD parece haberlo conseguido. ¿Cómo? Pues con cargas de 1 MWh de potencia sostenida. Ahora bien, no se ha podido comprobar todavía cuánto tiene esto de cierto. Si teorizamos sobre ello empiezan a fallarnos las cuentas.

Pensemos en la propia física del proceso: para recargar 400 km reales en tan poco tiempo, se necesitaría un consumo ideal (como 20 kWh/100 km), una eficiencia altísima y una batería que admita potencias extremas de forma sostenida. Además, se requiere una infraestructura capaz de soportar picos de energía de hasta 1.000 kW, algo que, a día de hoy, está muy lejos del estándar en la mayoría de estaciones de carga en Europa.

A esto se suma que los ciclos de homologación chinos, como el CLTC, tienden a ofrecer cifras de autonomía más optimistas que los estándares europeos como el WLTP. Es decir, esos 400 km prometidos por la compañía china podrían no equivaler a la misma distancia recorrida en condiciones reales de conducción por autopistas europeas.

Así que, aunque la Super e-Platform de BYD marca un hito en la evolución tecnológica, su aplicación aún tiene muchos interrogantes. Como declaró Cornelia, lo importante es ofrecer una experiencia de carga que sea fiable y lo bastante rápida como para no interferir en la rutina del conductor. Al fin y al cabo, pararse a echar gasolina supone unos 10 minutos de espera. ¿Por qué deberíamos pedirle aún más eficiencia al motor eléctrico, cuando cargarlo ya es muchísimo más barato?

¿Cuál es la velocidad más rápida para cargar un coche eléctrico?

La velocidad más rápida para cargar un coche eléctrico hoy en día se consigue a través de los cargadores ultrarrápidos de corriente continua (DC), que pueden alcanzar potencias de hasta 350 kW. Con esta tecnología, algunos modelos de vehículos eléctricos pueden recargar del 10% al 80% de su batería en apenas 15-20 minutos, siempre que el coche sea compatible con esa potencia.

Eso sí, no todos los vehículos pueden aprovechar esa velocidad. La mayoría de coches eléctricos actuales acepta cargas rápidas de entre 100 y 150 kW, y solo unos pocos modelos premium llegan a los 250 o 300 kW. Además, factores como la temperatura exterior, el estado de la batería y el propio software del coche pueden influir en la velocidad real de carga.

En contextos domésticos o en garajes comunitarios, la carga suele ser mucho más lenta, utilizando cargadores de corriente alterna (AC) con potencias de 3,7 kW, 7,4 kW o 11 kW, que permiten recargar la batería durante la noche o en varias horas, sin prisas… pero también sin sobresaltos en la factura.

En conclusión

La llegada de cargadores como el nuevo modelo de 1000 kW de BYD, capaz de ofrecer casi 400 kilómetros de autonomía en apenas cuatro minutos, nos obliga a reflexionar… ¿realmente es necesario?

Para quienes pueden cargar el coche en casa durante la noche, la respuesta es sencilla: no. La mayoría de los conductores eléctricos actuales no necesitan esa velocidad. Pero para quienes viven en pisos sin punto de recarga, para los que hacen viajes frecuentes o para quienes siguen dudando en dar el salto al eléctrico, esa rapidez puede ser el empujón definitivo.

El impulso hacia la carga ultrarrápida viene, en gran parte, de un hábito heredado de los coches de gasolina: llenar el depósito en pocos minutos y seguir la ruta. Replicar esa experiencia con un vehículo eléctrico tiene un gran valor simbólico… pero también plantea retos. Desde el impacto económico en las redes de carga rápida, que podrían perder ingresos si los conductores ya no pasan tiempo en zonas de descanso, hasta la presión sobre la infraestructura eléctrica, todo tiene un coste.

La gran pregunta está en el equilibrio. ¿Debemos aspirar a cargar en 3 minutos? ¿O apostar por una recarga de 10 o 15 minutos con una experiencia más cómoda y sostenible? Tal vez la clave no esté en competir con el pasado, sino en construir un nuevo modelo de movilidad eléctrica que combine autonomía, eficiencia y sentido común. Porque al final, lo importante no es cargar más rápido… sino vivir mejor.

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