Beneficios de los coches eléctricos en la salud pública
Ariadna Arias - NOVIEMBRE 13, 2025 - Coches eléctricos

La movilidad eléctrica se ha consolidado como una de las transformaciones más importantes del transporte moderno. Más que una tendencia pasajera, representa una respuesta concreta a los desafíos ambientales y de salud que enfrentan las grandes ciudades. Los vehículos eléctricos (VE) no solo ayudan a reducir la dependencia de los combustibles fósiles, sino que también contribuyen a mejorar la calidad del aire y, con ello, el bienestar de millones de personas.
Un aire más limpio se traduce en menos enfermedades respiratorias, mayor calidad de vida y entornos urbanos más sostenibles para todos, especialmente para los grupos más vulnerables, como niños, ancianos y mujeres embarazadas.
En este artículo, analizaremos cómo la reducción de emisiones gracias a los vehículos eléctricos puede mejorar la salud pública y la calidad del aire en las ciudades, además de explorar otros aspectos clave relacionados con la movilidad eléctrica y su impacto social y ambiental.
El problema de las grandes ciudades: la contaminación atmosférica
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la contaminación atmosférica como la presencia de agentes químicos, físicos o biológicos que alteran las características naturales de la atmósfera, afectando a la salud humana.
Las cifras más recientes de la OMS son alarmantes: el 99% de la población mundial respira un aire que supera los niveles de contaminación recomendados. A pesar de esta crisis, muchos gobiernos aún no han implementado acciones efectivas para mitigar el problema, a pesar de su urgencia.
Resulta más que evidente que la contaminación atmosférica es un problema que sigue empeorando en el planeta, pero especialmente en las grandes ciudades donde el tráfico es intenso y las empresas no controlan sus emisiones. La alta concentración de contaminantes en el aire de estos entornos urbanos tiene un impacto directo en la salud pública, afectando especialmente a los más vulnerables: niños, ancianos y personas con enfermedades respiratorias.
La OMS ya ha advertido que una de las principales causas de la contaminación del aire se debe a las emisiones que generan los vehículos de combustión interna, impulsados por combustibles fósiles, que además de contaminar la calidad del aire que respiramos, contribuyen al calentamiento global y al cambio climático.
¿Una posible solución? El cambio de paradigma hacia los vehículos eléctricos.
¿Los coches eléctricos pueden mejorar la calidad del aire?
Sí, los coches eléctricos mejoran la calidad del aire.
El problema de la contaminación atmosférica puede mejorar gracias a los coches eléctricos porque, al usar motores eléctricos en lugar de motores de combustión, no contaminan el ambiente, ni emiten gases contaminantes. Además, las baterías de los VE son reciclables, y se pueden reutilizar una vez agoten su vida útil como motor del VE.
Coches eléctricos y su impacto en la salud pública: las ventajas de la movilidad eléctrica
Menos emisiones contaminantes
A los coches eléctricos también se les llama “vehículos de emisiones cero” porque son amigables con el medio ambiente y suponen un gran beneficio en la calidad del aire de los centros urbanos. Todos los vehículos eléctricos funcionan sin generar emisiones directas de gases de efecto invernadero, al contrario de lo que sucede con los automóviles convencionales, que liberan estos gases al quemar combustible y terminan por dañar la calidad del aire que respiramos.
Menos ruido
A diferencia de los vehículos de combustión, los motores que tienen los coches eléctricos no hacen ruido, lo que se traduce en un ambiente más tranquilo para los habitantes, especialmente para aquellos que viven en áreas urbanas.
Mejora la calidad de vida
Asimismo, la disminución de la contaminación del aire impacta positivamente en la calidad de vida de los habitantes de las ciudades.
Mientras menos emisiones contaminantes haya en el ambiente, más limpio y saludable será el aire, lo que puede disminuir los problemas respiratorios y mejorar la salud en general.
Por ejemplo, imagina que un día vas por la calle y te encuentras con que todos los coches, camiones, buses y motos son eléctricos, no hay humo esparcido por ningún lado y puedes respirar aire puro y sano. Esto puede ser posible si la adopción a la movilidad eléctrica se hace a nivel global.
¿Cuál ha sido el impacto de los coches eléctricos en la salud pública?
Indiscutiblemente los coches eléctricos juegan un papel fundamental en la calidad del aire que se respira en las ciudades, favoreciendo al medio ambiente y a la salud pública. Mientras que los vehículos a gasolina emiten un sinfín de agentes contaminantes nocivos para la salud humana, los VE se encargan de eliminar estas emisiones, contribuyendo directamente al bienestar y la salud de las comunidades.
A continuación, vamos a estudiar algunos aspectos relacionados al impacto de los coches eléctricos en la salud pública:
Menos enfermedades
La contaminación del aire es la principal causa de las enfermedades respiratorias y cardiovasculares. En este sentido, los coches eléctricos son capaces de reducir la contaminación y, por ende, disminuir los riesgos asociados a estás enfermedades.
Por ejemplo, en China (Shenzhen) han optado por cambiarse a la e-movilidad, para ello, decidieron electrificar en su totalidad su flota de buses y taxis. Esta adopción ha logrado reducir el 48% en las emisiones de carbono del transporte público. Ahora, los habitantes de la ciudad de Shenzhen pueden respirar un aire más limpio y disfrutar de un ambiente tranquilo sin los ruidos de los coches de combustión. Esto, obviamente, impacta de manera favorable en la salud pública y mejora la calidad de vida urbana.
Menos muertes por contaminación del aire
Según la OMS, al año se producen más de seis millones de muertes atribuibles a la contaminación del aire del entorno. La Organización asegura que este problema afecta al 90% de los menores de 15 años. Pero, para disminuir estas cifras es necesario que se establezcan leyes que exijan la globalización de la movilidad eléctrica y, además, que cada gobierno se encargue de concientizar a sus ciudadanos con respecto a los impactos negativos de la contaminación atmosférica y cómo la e-movilidad puede combatir esos efectos para un planeta más verde.
Menos gastos en salud
Al existir menos riesgos de contraer enfermedades causadas por la contaminación del aire, los ciudadanos ya no tendrán que gastar tanto dinero en medicamentos y tratamientos. Esto sería un ahorro significativo en los costes de atención médica y los impuestos que los mantienen.
Menos colapsos en los hospitales
La prevención de las enfermedades respiratorias relacionadas con la contaminación atmosférica puede traducirse en menos visitas al médico, favoreciendo la disminución de los colapsos en hospitales por la gran cantidad de pacientes enfermos. Además, esto permite a los centros hospitalarios mejorar el servicio de salud al destinar sus recursos a otras áreas críticas.
¿Qué papel están desempeñando los gobiernos en la adopción de vehículos eléctricos?
Varios gobiernos en el mundo están implementando iniciativas y políticas para incentivar la adopción de coches eléctricos, como subsidios o rebajas fiscales. Todo esto con el objetivo de que la adquisición de los VE sea más accesible para sus ciudadanos.
Vamos a desgranar todos estos esfuerzos que algunos estados están llevando a cabo.
Beneficios fiscales
En primer lugar, los gobiernos locales y nacionales están otorgando incentivos fiscales que van desde las exenciones de impuestos hasta las deducciones fiscales que permitan la disminución en el coste de los VE. También están incentivando el cobro de los impuestos de circulación y otros cargos relacionados, los llamados impuestos verdes, para financiar la transición a la movilidad sostenible.
Mejora de la infraestructura de carga
Además de todo lo anterior, una pieza clave para que la movilidad eléctrica sea todo un hecho a nivel mundial son las infraestructuras de carga. Si no hay suficientes puntos de recargas en las ciudades, los conductores optarán por no querer abrirse camino en la e-movilidad por temor a poner en riesgo su seguridad, comodidad y tranquilidad. Nadie quiere quedarse parado a mitad de camino sin siquiera tener un punto de recarga cerca para llenar la batería.
En este sentido, ya hay muchas ciudades que están optando por ampliar su infraestructura de carga con la instalación de puntos de recarga tanto públicos como privados. Pero, además, están trabajando en crear nuevas leyes que obliguen la habilitación de puntos de carga en nuevas edificaciones y remodelaciones, asegurando así una red de carga más amplia y accesible que pueda competir con la red de gasolineras a la que estamos acostumbrados y que, de momento, es más eficiente que la eléctrica.
Casos de éxitos: ciudades que han reducido la contaminación atmosférica usando vehículos eléctricos
Durante los últimos años, varias ciudades en el mundo han estado trabajando para contrarrestar los efectos negativos de la contaminación atmosférica, siendo la adopción de los coches eléctricos la solución principal para enfrentar esta problemática.
Gracias a políticas urbanas y alianzas público-privadas, estas ciudades han reducido significativamente sus niveles de contaminación. Conozcamos algunas de ellas:
Oslo
Actualmente, en Oslo, la capital de Noruega, alrededor del 60% de los vehículos nuevos son eléctricos. Este logro no ha sido nada fácil: el gobierno ha tenido que crear estrategias para reducir el coste de la adquisición de coches eléctricos, y que de esta manera le sea mucho más accesible a los ciudadanos dar el salto a la ME.
El resultado ha sido favorable, hoy en día, los habitantes de Oslo pueden respirar aire más limpio y sano, lo que implica una reducción en la tasa de enfermedades respiratorias.
California
Por su parte, el estado de California en Estados Unidos también ha apostado por la movilidad eléctrica, siendo ahora más usual ver coches eléctricos que de combustible por las calles.
El gobierno ha tenido que endurecer las leyes para la inclusión global de los vehículos eléctricos. Hace varios años atrás, promulgaron una ley que prohíbe la venta de coches de gasolina para 2035, esto para hacer frente al cambio climático al mismo tiempo que se reduce la contaminación del aire.
El resultado de estas medidas han sido positivas para el medio ambiente y la salud de los ciudadanos. Ahora, hay menos tasas de hospitalización por enfermedades relacionadas a la contaminación del aire.
San Francisco
Otra ciudad que también está haciendo la transición es San Francisco, obteniendo como respuesta una disminución del 30% en las emisiones de gases de efecto invernadero. Evidentemente, estás cifras impactan de forma positiva en el aire que respiran los habitantes de la ciudad, y por ende, en el sector de la salud pública.
¿Y qué sucede con España?
La transición hacia la movilidad eléctrica es uno de los objetivos principales de la Unión Europea, sin embargo, su ritmo de crecimiento está siendo desigual entre los Estados miembros.
De acuerdo a un artículo publicado por EY y Eurelectric, la cifra total de los vehículos eléctricos para 2030 sobrepasará los 75 millones, culminando un proceso de crecimiento acelerado. El problema es que el ritmo de crecimiento no es el mismo entre los Estados que integran la UE, por ejemplo, en el caso de España todavía se encuentra lejos de la media.
A España le está costando trabajo la adopción masiva de los coches eléctricos por diferentes razones, la primera tiene que ver con la infraestructura de carga que aún sigue siendo escasa. Lo segundo, es el precio de los VE que suele ser excesivamente alto en comparación a los coches de combustión y, por último, las baterías, que aunque pueden recorrer sin recargar alrededor de 250 kilómetros, no son la opción más sensata para los viajes largos.
Por otro lado, la contaminación atmosférica en España sigue creciendo. De acuerdo a un informe de Ecologistas en Acción, al menos 33 millones de personas (dos tercios de la población española) respiraron aire contaminado en el 2023. La cifra sobrepasa al límite establecido por OMS e, incluso, el margen impuesto por el Parlamento Europeo.
Conclusión
En conclusión, una de las soluciones al problema de la contaminación atmosférica es la movilidad eléctrica. Aunque, todavía queda mucho camino por recorrer, lo cierto es que cada vez hay más personas uniéndose a la movilidad sostenible para un planeta más verde. ¿Qué opinas al respecto?
