Comparativa: Renting vs compra de un coche eléctrico 2025
Ariadna Arias - SEPTIEMBRE 8, 2025 - Coches eléctricos

¿Es mejor alquilar o comprar un coche eléctrico en 2025? Es una duda cada vez más común, especialmente ahora que los precios empiezan a moderarse y las opciones de financiación se multiplican. Muchos conductores que quieren pasarse a la movilidad eléctrica se debaten entre comprar o elegir fórmulas como renting, leasing o suscripción.
¿Tener un coche en propiedad o disfrutarlo sin ataduras? Analicemos si es mejor el renting o la compra de un vehículo eléctrico en 2025.
¿Qué opciones existen para tener un coche eléctrico en 2025?
Si quieres conducir un coche eléctrico no necesitas pasar por un concesionario y comprarlo al contado o a plazos. La oferta se ha diversificado y hoy existen fórmulas adaptadas a distintos perfiles de conductor, necesidades de uso y presupuestos. Hablamos de compra directa para quienes quieren un vehículo en propiedad, o bien el renting, leasing o la suscripción para quienes prefieren conducir sin ataduras.
Compra directa
Es la opción más tradicional y sigue siendo la preferida de quienes buscan libertad de uso y la seguridad de que el coche será suyo para siempre. Aunque requiere una inversión inicial más alta, en el largo plazo puede resultar más económica, ya que no hay cuotas mensuales ni penalizaciones. Además, permite personalizar el vehículo y venderlo cuando se desee. En 2025, con las ayudas vigentes, es posible encontrar utilitarios eléctricos nuevos desde menos de 20.000 euros.
Renting
El renting es, en pocas palabras, un alquiler a medio o largo plazo con una cuota mensual fija que incluye seguro, mantenimiento, revisiones, neumáticos e ITV. En 2025 se pueden encontrar ofertas desde 300 €/mes para modelos como el MG4, con todo incluido y sin necesidad de pagar entrada. Es ideal para quienes quieren olvidarse de gastos imprevistos y renovar el coche cada pocos años.
Leasing
El leasing funciona de forma similar al renting, pero con una diferencia: al final del contrato existe la opción de comprar el coche pagando una cuota final previamente acordada. Está especialmente orientado a autónomos y empresas, ya que permite deducir parte de los gastos e IVA. Aunque implica un compromiso más largo que el renting, ofrece la posibilidad de quedarse con el coche si el conductor así lo desea.
Suscripción
La suscripción es la fórmula más flexible y una de las tendencias al alza en 2025. Funciona como Netflix o Spotify, pero con coches: pagas una cuota mensual (generalmente más alta que el renting) y puedes cambiar de modelo o cancelar el contrato en cualquier momento, sin permanencia. Es perfecta para quienes quieren probar la movilidad eléctrica antes de decidirse o necesitan un coche solo por unos meses.
¿Qué opción es más barata a largo plazo?
La respuesta rápida a esta pregunta es que comprar un coche eléctrico es más rentable si se piensa usar durante muchos años. Sin embargo, en 2025 el mercado del renting y el leasing está tan ajustado que, en algunos casos, la diferencia no es tan grande como se cree.
Si tomamos como ejemplo un utilitario eléctrico como el Dacia Spring, su precio de compra ronda los 17.000 euros con ayudas. Con un renting de 300 euros al mes, en tres años habrías pagado 10.800 euros, pero sin gastos extra de seguro, revisiones o neumáticos. En cambio, comprarlo implicaría pagar esos costes aparte, aunque el coche seguiría siendo tuyo una vez amortizado.
En modelos de gama media como el MG4, el coste de propiedad en cinco años puede rondar los 26.000 euros incluyendo seguro y mantenimiento, mientras que en renting el gasto sería similar, pero con la ventaja de estrenar coche nuevo al final del contrato. En coches más caros, como el Tesla Model 3, la compra supone un desembolso inicial alto y un valor de reventa incierto, algo que hace que muchos conductores opten por el leasing o el renting para no inmovilizar tanto dinero.
Lo cierto es que la respuesta no es sencilla, hay que considerar el gasto total en varios años, incluyendo seguros, mantenimientos, neumáticos y posibles reparaciones. Ahí es donde, para algunos perfiles, el renting puede salir igual o incluso más barato que la compra.
Modelo | Precio inicial (compra) | Gastos anuales (compra) | Total 5 años (compra) | Cuota mensual (renting) | Total 5 años (renting) | Diferencia (compra – renting) |
---|---|---|---|---|---|---|
Dacia Spring | 17.000 € | 900 € | 21.500 € | 300 € | 18.000 € | +3.500 € a favor del renting |
MG4 | 23.000 € | 1.200 € | 29.000 € | 420 € | 25.200 € | +3.800 € a favor del renting |
Tesla Model 3 | 39.000 € | 1.800 € | 48.000 € | 650 € | 39.000 € | +9.000 € a favor del renting |
¿Qué opción tiene más ventajas fiscales en 2025?
En España, las ventajas fiscales de tener un coche eléctrico dependen mucho de si eres particular, autónomo o empresa. Para un particular que compra su vehículo, las ayudas más importantes en 2025 siguen siendo los planes públicos como el Moves III o el programa que lo sustituya, ya que durará hasta diciembre de 2025. Estas subvenciones pueden reducir el precio final en varios miles de euros, sobre todo si entregas un coche antiguo para achatarrar. También existen reducciones en el impuesto de circulación en muchas ciudades y bonificaciones en peajes o aparcamiento.
Para autónomos y empresas, el escenario es distinto. Aquí el renting y el leasing juegan con ventaja. En estos casos, la cuota mensual puede deducirse como gasto de actividad, lo que reduce el beneficio fiscalmente y, por tanto, el impuesto a pagar. Además, el IVA asociado al renting o leasing suele ser deducible en un porcentaje que depende del uso profesional del coche. En cambio, con un coche en propiedad, solo puedes amortizar el valor del vehículo y deducir los gastos relacionados con su uso profesional, lo que normalmente supone menos ahorro que con un contrato de renting.
Renting vs compra: ¿Qué opción te conviene más según tu perfil?
No todos los conductores buscan lo mismo. La elección entre renting o compra depende de cómo usas el coche, tu situación económica y lo que esperas a medio y largo plazo. Estos son algunos casos típicos en 2025.
Perfil 1: Conductor urbano que cambia de coche cada 3-4 años
Si sueles moverte sobre todo por ciudad, haces pocos kilómetros y te gusta renovar vehículo con frecuencia, el renting puede ser la opción más cómoda. Pagas una cuota fija, no te preocupas por revisiones, neumáticos o seguro, y al cabo de unos años estrenas coche sin pasar por el proceso de venta del anterior.
Perfil 2: Autónomo que necesita deducir gastos
En este caso, el renting o el leasing resultan más atractivos. Al poder deducir las cuotas y parte o todo el IVA, el coste real del vehículo se reduce. Además, no inmovilizas tanto capital como con la compra directa, lo que te permite mantener liquidez para tu negocio.
Perfil 3: Familia que quiere un coche eléctrico a largo plazo
Si buscas un vehículo para varios años, haces un kilometraje moderado y valoras que sea tuyo en el futuro, la compra directa puede salir más a cuenta. Aunque los gastos anuales de mantenimiento y seguro corren de tu parte, a largo plazo evitarás cuotas y tendrás un activo que puedes vender cuando quieras.
Perfil 4: Usuario que quiere probar la movilidad eléctrica sin ataduras
Aquí encaja la suscripción. Puedes probar diferentes modelos, cancelar en cualquier momento y no asumir compromisos de permanencia. Es más caro que el renting, pero ofrece la libertad de adaptar el coche a tu situación sin preocuparte por venderlo después.
Casos reales y ofertas en 2025
Las ofertas de coches eléctricos en 2025 son mucho más variadas que hace solo unos años. El mercado se ha llenado de opciones para todos los bolsillos y necesidades, tanto en compra como en renting o leasing.
Uno de los modelos más populares del mercado, el MG 4, está disponible en renting con cuota mensual que incluye seguro, mantenimiento, ITV y cambio de neumáticos desde unos 492 euros al mes (IVA incluido) para la versión Standard de 51 kWh. También existen anuncios desde 386 euros al mes, aunque en estos casos no siempre queda claro si se incluyen todos los servicios, por lo que conviene revisar bien las condiciones antes de firmar.
En el segmento de mayor tamaño y prestaciones, el Tesla Model Y cuenta con opciones en renting o leasing para empresas a partir de unos 676 euros mensuales IVA incluido, dependiendo del acabado y equipamiento. Tesla, además, ha lanzado su propio leasing para particulares, con una cuota desde 499 euros al mes, sin entrada, contrato de 48 meses y un límite de 10.000 kilómetros anuales, lo que lo convierte en una opción interesante para quienes quieren conducir un SUV eléctrico premium sin pagar el precio total de compra.
Para quienes prefieren comprar, el Peugeot e-208 sigue siendo uno de los compactos eléctricos más equilibrados del mercado. Su precio en España parte desde 28.700 euros sin ayudas, pero gracias al Plan Moves III, la versión de 156 CV se puede conseguir desde unos 19.800 euros. Aunque la compra implica un desembolso inicial más alto que el renting, es una alternativa atractiva para quienes planean mantener el coche durante muchos años y quieren evitar cuotas mensuales.
¿Qué pasa al final del contrato de renting o leasing?
Llegado el final de un contrato de renting, normalmente hay tres opciones: devolver el coche, renovar con un modelo nuevo o, en algunos casos, negociar su compra. La gran ventaja es que no tienes que preocuparte por venderlo ni asumir la depreciación del vehículo, ya que lo devuelves a la empresa y estrenas otro si así lo decides. Eso sí, si lo entregas antes de la fecha pactada, lo habitual es que haya una penalización económica, por lo que conviene cumplir el plazo.
En el leasing, el funcionamiento es similar, pero con una diferencia importante: desde el principio sabes cuál es la cuota final que deberás pagar si quieres quedarte con el coche. Esta opción es habitual entre autónomos y empresas que buscan ventajas fiscales, pero no quieren renunciar a la posibilidad de tener el vehículo en propiedad al final del contrato. Si no quieres quedártelo, lo devuelves y puedes contratar otro, igual que en el renting.
En ambos casos es importante revisar las condiciones de kilometraje y el estado del coche. Superar el límite de kilómetros anuales o entregar el vehículo con daños significativos puede suponer un coste adicional. Por eso, antes de firmar, merece la pena calcular bien tu uso anual y cuidar el coche como si fuera tuyo, incluso si solo lo vas a conducir unos años.
Como ves, la decisión entre renting y compra de un coche eléctrico no tiene una respuesta universal. Depende de cómo uses el vehículo, de tu situación económica y de si valoras más tenerlo en propiedad o disfrutarlo sin compromisos a largo plazo. El renting gana terreno entre conductores que cambian de coche cada pocos años, autónomos que quieren optimizar sus gastos y quienes buscan una cuota fija sin sorpresas. La compra, en cambio, sigue siendo la opción más rentable si piensas mantener el coche durante mucho tiempo y quieres evitar pagar cuotas cuando lo hayas amortizado.