Tendencia de movilidad sostenible entre los jóvenes
Ariadna Arias - OCTUBRE 31, 2025 - Movilidad sostenible

Algo está cambiando en nuestras ciudades y los protagonistas son los jóvenes. Cada vez menos interesados en tener coche propio y más atraídos por la bicicleta, el patinete o el coche eléctrico, la generación que va de los 18 a los 24 años está redefiniendo lo que significa moverse por la ciudad.
Según el último informe del Observatorio Cetelem “Los jóvenes y la movilidad urbana sostenible”, el modelo clásico basado en el coche de combustión está quedando atrás. En su lugar, crece un estilo de vida donde la sostenibilidad y el ahorro pesan más que la propiedad.
Y es que para los jóvenes, la movilidad se trata de desplazarse sin dañar el planeta.
Bicicletas y patinetes eléctricos: los reyes de la movilidad urbana
Las bicicletas y los patinetes eléctricos son parte esencial del día a día de miles de jóvenes. Según CETELEM, un 64 % asegura haberse planteado abandonar el coche de combustión para moverse en bici o en patinete. Esta cifra es muy superior a la media nacional, lo que demuestra una auténtica brecha generacional en la forma de entender el transporte.
El transporte público también conserva un papel protagonista. Un 61 % de los jóvenes afirma estar dispuesto a usarlo de forma habitual, mientras que un 49 % prefiere la bicicleta y un 32 % apuesta directamente por el patinete eléctrico. Es decir, tres de cada diez jóvenes ya contemplan un modo de desplazamiento completamente libre de emisiones como algo del día a día.
El entorno urbano, además, acompaña esta tendencia. Un 61 % considera que su ciudad ha mejorado en movilidad sostenible en los últimos años, sobre todo por el aumento de carriles bici y la aparición de sistemas de transporte más ligeros. El espacio público se está adaptando, y los jóvenes lo están aprovechando para desplazarse más rápido, de manera más flexible y huyendo del tráfico urbano.
El coche eléctrico gana terreno, pero con condiciones
Aunque la bici y el patinete dominen las calles, el coche no ha desaparecido del mapa juvenil. Simplemente está cambiando de forma.
Un 66 % de los jóvenes conductores cree que el futuro pasa por los vehículos eléctricos, y un 65 % afirma que su próximo coche llevará etiqueta ECO o Cero Emisiones. Para muchos, el distintivo ambiental es ya una prioridad: un 74 % dice que condiciona su día a día, y un 61 % lo considera motivo suficiente para cambiar de vehículo.
Esto demuestra que las etiquetas de la DGT y las políticas de bajas emisiones están teniendo efecto real en los hábitos de consumo. Sin embargo, los jóvenes siguen siendo críticos: un 61 % opina que las instituciones no están haciendo lo suficiente para impulsar el coche eléctrico. Reclaman más ayudas públicas y una red de puntos de carga más extensa, especialmente en zonas urbanas y residenciales.
Además, más de la mitad (un 54 %) se plantea instalar un cargador en casa, aunque el precio y la falta de garaje siguen siendo los principales frenos. En otras palabras: el interés existe, pero el entorno aún no facilita el salto definitivo hacia la electrificación total.
Carsharing: compartir es la nueva forma de conducir
Si hay una tendencia que define a esta generación, es el carsharing, o coche compartido. Cada vez más jóvenes prefieren usar un coche cuando lo necesitan en lugar de tener uno propio.
El 41 % de los jóvenes ya ha utilizado algún servicio de carsharing en el último año, y un 45 % estaría dispuesto a renunciar por completo a tener coche si dispone de una buena red de vehículos compartidos. Las razones son claras. Para un 57 %, el carsharing es más barato que mantener un coche propio, pero también más sostenible. No hay seguros, revisiones ni gastos de aparcamiento. Solo pagas por el tiempo que lo usas y te olvidas del resto.
Esta mentalidad encaja perfectamente con una generación que prioriza la flexibilidad sobre la propiedad. Para ellos, moverse por la ciudad no implica poseer un coche, sino tener acceso a distintas formas de transporte según la necesidad del momento: patinete, metro, coche eléctrico compartido o incluso bicicleta pública.
Un cambio de mentalidad que transforma las ciudades
Los jóvenes valoran la eficiencia, el precio y el impacto ambiental, y esas prioridades están obligando a los ayuntamientos a repensar el espacio urbano. Más carriles bici, zonas de bajas emisiones y plataformas de carsharing se multiplican en Madrid, Barcelona, Valencia y otras grandes urbes.
Y aunque aún existen barreras, como el coste de los vehículos eléctricos o la falta de infraestructura de carga, el cambio es imparable. En menos de una década, España ha pasado de ser un país dominado por el coche privado a ver cómo sus calles se llenan de bicicletas, scooters eléctricos y vehículos compartidos.
Los jóvenes españoles están liderando una revolución silenciosa en la movilidad. Prefieren alquilar antes que comprar, pedalear antes que contaminar y compartir antes que poseer. No lo hacen solo por conciencia ecológica, lo hacen porque es más barato, más cómodo y, cada vez, más accesible.
La movilidad sostenible es el presente. Y son los jóvenes quienes están marcando el rumbo hacia unas ciudades más limpias y ecológicas.
